Nos es Joshua Redman uno de mis saxofonistas favoritos pero James Carter, sí. Sin embargo aquí no queda muy claro quien gana esta particular pelea de gallos en el ámbito jazzístico. El caso es que da igual. Es un placer ver y escuchar de primera mano semejante demostración de facultades.
P.D.: Ya no habrá más entradas hasta el domingo por la noche o el lunes por la mañana. Me voy de fin de semana. Pasadlo bien.