Existen determinados discos que marcan definitivamente un estilo musical. Tales es el caso, por poner algún ejemplo, del "Kind Of Blue" de Miles Davis en el jazz o el "What's Going On" de Marvin Gaye en el soul. Sin embargo, cuando un género se nutre de ambos añadiendo blues y funk a una ya de por sí mimada riqueza instrumental, la cosa está más complicada. Pero también el ámbito de la fusión tiene su "A Love Supreme" particular y no es otro que este "Darkness, Darkness" de Phil Upchurch, más conocido como guitarrista de sesión para múltiples artistas entre los que se encuentran Michael Jackson, Curtis Mayfield o Jerry Butler. Publicado en 1972 bajo el tutelaje de Tommy LiPuma, "Darkness, Darkness" trajo consigo una frescura que el groove agradeció. El tío no se corta en coger prestadas de otros estilos, aparentemente lejanos, canciones para su lucimiento personal y el de la banda que le secunda. Esto se pone de manifiesto, sobre todo, en los dos temas que abren el trabajo: la propia "Darkness, Darkness" original de los Youngbloods y "Fire And Rain" de James Taylor en sendos grooves muy bien trazados. A Partir de aquí, Upchurch comienza, con un sonido perfectamente sintonizado con grandes como Wes Montgomery o Grant Green, con un desfile de estilos al alcance de muy pocos. Ya hemos tenido funk, ahora pasamos al blues y luego al soul, para acabar con gospel, jazz y pequeñas gotitas de pop con versiones del "Inner City Blues" de Marvin Gaye (antológica), del "Cold Sweat" de James Brown o del "Please Send Me Someone To Love" de Percy Mayfield. Llegado a este punto, no tengo por menos que dedicar unas líneas a los músicos que le ayudan a levantar las columnas maestras de tamaña obra. Por ahí se encuentran, haciendo sus respectivas travesuras, animales como Harvey Mason, Joe Sample o Chuck Rainey aparte de apoyos puntuales recibidos de parte de Ben Sidran o, atención, Donny Hathaway en los teclados eléctricos y los fabulosos arreglos de cuerdas y metales que reinan en toda la grabación. "Darkness, Darkness" es, pues, uno de esos trabajos clave para comprender un determinado estilo musical. Digamos que el soul jazz, jazz funk y similares no se entenderían igual sin semejante monumento a la calidad y al buen gusto. Hala, ya puede ir haciéndote con él.
Inner City Blues