Hace bastantes años, cuando comencé en esto del jazz me topé con este disco. Convencido de encontrar a Mingus en el contrabajo, ví que en la contraportada y el libreto, éste aparecía al piano y que Doug Watkins era el encargado de formar la dupla rítmica junto a Dannie Richmond. Ahora, mucho tiempo después ya sé que Charles Mingus tiene hasta un disco a piano solo bastante curioso. Bueno, el caso es que en este "Oh Yeah" de 1962 encontramos a tan insigne figura en las teclas blancas y negras juntos a los músicos nombrados anteriormente y una primera línea de lujo compuesta por Booker Ervin (uno de mis tenores favoritos), Rahsaan Roland Kirk y su multitud de instrumentos tan imposibles como extraños y Jimmy Knepper, el trombonista habitual de Mingus por aquel tiempo. A mi este trabajo me parece uno de los grandes tapados de la discografía de este genio "loco", ya no sólo por la curiosidad de verle en un instrumento que no es el acostumbrado, ni por escucharle cantar más de la cuenta, ni por la excelsa congregación de músicos presente, sino también por la forma que tienen éstos de tratar la tradición para transformarla en un trampolín hacia la vanguardia. Esto se debe, en parte, a la conjunción que forman Roland Kirk y el propio Mingus, enciclopedias humanas ambos de la tradición jazzística. "Oh Yeah" es esencialmente un trabajo que sitúa el blues como tema central pero sin  ningún problema para ganar otros territorios. Las composiciones se van del blues y vuelven cuando así lo creen oportunos los desarrollos mostrados por los músicos. Digamos que el blues es sólo la excusa, pues, en ocasiones, el sonido desplegado aquí puede retrotraernos tanto al jazz de Nueva Orleans como a la vanguardia que en esos años tenía en Ornette Coleman su máximo representante. Los desarrollos pianísticos de Charles Mingus, sin ser un ejemplo de virtuosismo, también están repletos de referencias al blues y de guiños a esa música ancestral. Incluso cantando tiene un deje bluesy especial que le hace único. Por lo demás, fantásticos solos que se curran Roland Kirk y Booker Ervin, quizá los más destacados de la grabación, junto al propio Mingus, eso siempre. Estamos pues ante un trabajo impresionante, otro más de este "loco" contrabajista, compositor y pianista a ratos que tantos buenos momentos nos hace pasar con las grabaciones que nos legó. Desde mi punto de vista, "Oh Yeah" es uno de los trabajos más infravalorados de su discografía y creo que debería estar, si no a la altura de los más grandes, sí lo bastante cerca como para ser reconocido más a menudo.

P.D.: La portada corresponde a la reedición europea del disco publicada en 2008 que es la que yo tengo. Para ver la original pincha aquí.

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