Después de su magnífico "Dreamer", ópera prima que vio la luz en 2008, estaba deseando hincarle el diente, o mejor dicho el tímpano al segundo trabajo de este fantástico vocalista llamado José James. "Blackmagic" ha sido publicado hace escasamente dos semanas, pero ya se postula como uno de los mejores álbumes de este 2010 que acaba de comenzar a rodar. Se trata de un trabajo diferente al anterior, si "Dreamer" sonaba, sobre todo, a mucho jazz con toques de soul, hip-hop e incluso, drum 'n' bass, este "Blackmagic" se traduce en una conversión prácticamente total hacia el neo-soul, con mucho toque hip-hop también pero mucho menos jazzy que su predecesor, aunque también tenemos al jazz presente en determinados y sobresalientes arreglos que suman calidad a las baterías y contrabajos que dominan todo el álbum. Otra diferencia con su debut es la aparición de algún ritmo programado, bien sustituyendo a la batería o bien simplemente apoyándola para otorgar un toque más contundente demostrando, de esta forma, su capacidad de adaptación a sonidos que, en principio, no parecen pegarle. Él sigue cantando con sumo gusto, en una especie de cruce, salvando las distancias, entre Gil Scott-Heron y Terry Callier, en lo que supone una voz grave, barítona, poco virtuosa, cansada pero muy susceptible de transmitir emociones y, sobre todo, especial, original, en definitivas cuentas, maravillosa. Hay muchos temas destacables en este "Blackmagic", comenzando por el que lo abre, "Code", con un tempo neo-soul realmente extraordinario, la deliciosa "Detroit Loveletter" o ese grandioso "Save Your Love For Me" que podría cantar incluso Rahsaan Patterson o Frank McComb. Por fin algo me ha dejado impresionado en mucho tiempo en el ámbito del neo-soul. Menos mal, estaba comenzando a desesperarme.
Modesta bitácora sobre música afro y más cosillas interesantes vista a través de los ojos (y gafas) de este humilde pero ferviente amante de la cultura negra. Canciones, discos, comentarios y anécdotas desde el delta del Mississippi, Nueva Orleans o Philly a La Habana o Nassau pasando por Bamako, Dakar o Lagos.
Trabajador social, técnico en teleasistencia móvil destinada a víctimas de violencia de género, redactor de la desaparecida revista Soul Nation y DJ aficionado pero, ante todo, musicófago empedernido y curioso recalcitrante.