Amina C. Myers encarna todos los requisitos para ser lo que es, una auténtica pantera del jazz capaz de tocar solventemente el órgano y el piano, además de componer, arreglar y llegarnos a lo más profundo de nuestro ser con una voz arraigada en el gospel que la dio de mamar desde muy pequeña. Nacida en 1942, comenzó a destacar muy pronto pues antes siquiera de empezar a estudiar piano, ya sabía tocarlo de manera fluida. De esta forma ya tenía casi todo controlado. Sólo hacía falta pulir algunos elementos y eso lo hizo ingresando en el coro gospel de su iglesia donde debutó como vocalista llegando incluso a dirigirlo todavía a una corta edad.

Pero no sería hasta después de su graduación cuando salió de su Arkansas natal con dirección a Chicago para intentar labrarse un futuro. Allí hacía sus bolos con artistas como Sonny Stitt o Gene Ammons mientras daba clases de música en la universidad. A partir de este momento, su calidad corrió de boca en boca y pronto se la pudo ver grabando con gente como Charlie Haden o David Murray. Una época esta que culminaría con la publicación de su primer disco, Poems for piano: The piano music of Marion Brown. Un álbum que dejaba entrever sus influencias basadas mayoritariamente en el gospel, el blues y el jazz. Con estos sonidos por bandera, Myers publicó en 1980 un trabajo honesto e intimista donde realizaba un sentido homenaje a una de las más importantes cantantes de la historia. Nos estamos refiriendo a la gran Bessie Smith, precursora de vocalistas que posteriormente siguieron sus pasos como Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Carmen McRae o Big Mama Thornton. En Salutes Bessie Smith, nuestra protagonista hace un recorrido por varias de las que considera sus canciones favoritas pertenecientes al cancionero de la gran diva, además de añadir dos composiciones propias para terminar y que suponen una digna continuación a lo expresado a lo largo de los anteriores cortes. Es un disco que destila blues como pocos y en el que podemos encontrar a Amina tanto en su faceta pianística, dando salida y credibilidad a inmensos solos de piano, como en su faceta de excepcional vocalista cuyo origen se encuentra en la música blues de sus ancestros y de su infancia. Estos rasgos se describen, sobre todo, en temas de la espiritualidad de “Dirty no-gooder’s blues” y “The blues (straight to you”) en los que su voz suena anclada en las épocas de las plantaciones esclavistas algodoneras y “It makes my love come down” donde demuestra una fuerza inmensa al piano. Para terminar “African blues” pone la guinda al pastel con esas preciosas notas arrancadas de sus teclas. Trabajo realizado en trío en el que podemos encontrar a sólidos músicos tales como Cecil McBee, que muestra su destreza al contrabajo en la introducción de “Jailhouse blues”, y Jimmy Lovelace a la batería. Salutes Bessie Smith parece posicionarse como un punto de encuentro entre la nueva cultura jazzística surgida a mediados y finales de la década de los sesenta, unas raíces espirituales que beben del blues más arcaico y los ecos de su Africa ancestral. Es una obra repleta de intimismo hecha para las tardes lluviosas y los días oscuros. La música que esconde esta perla te llevará a esos lugares tantas veces mencionados por artistas y ciudadadanos afroemaricanos. Una delicia.

Reseña publicada originalmente en la página Blacksoundhistory

  • Digg
  • Sphinn
  • del.icio.us
  • Facebook