Erykah Badu nunca deja indiferente a nadie. Y lo digo con conocimiento de causa porque en un principio, su anterior elepé, la primera parte de esta saga llamada "New Amerykah", me desconcertó bastante para, a partir de la tercera o cuarta escucha, ir ganando enteros hasta convertirse en mi escala particular en uno de los mejores trabajos de su año. Debido a estas expectativas, esperaba como agua de mayo esta segunda parte que, tras muchos retrasos, salió el pasado 30 de marzo. "New Amerykah, Pt. Two: Return of the Ankh" me parece el contrapunto material perfecto a la primera parte más abstracta y mística.

Es un álbum mucho más terrenal que el anterior con un sonido más orgánico que en alguna ocasión puede recordarnos a la Erykah Badu de "Baduizm" a pesar de introducir, en varios de los temas que se incluyen, samples de clásicos de Sylvia Striplin, Junior M.A.F.I.A. y hasta Paul McCartney. Por lo demás, la vocalista se rodea de sus habituales, es decir, que por ahí están, en labores de producción y músicos de sesión, parte de los Soulquarians con Ahmir Thompson, James Poyser y el desaparecido Dilla a la cabeza pero también  gente como Madlib, Georgia Anne Muldrow o Karriem Riggins, esto es, la flor y nata del neo-soul y hip-hop actual. Dicho esto el álbum provoca dos sensaciones diferentes. Por un lado, es un trabajo impecable instrumentalmente hablando, cosa que no extraña dada la magnificencia de los músicos que la acompañan y el buen gusto al que nos tiene acostumbrados la de Dallas. Pero, cuidado, porque esto puede que sea, y ya por otro lado, una de las pocas lastras que puede poseer esta nueva propuesta de nuestra Erykah. Me refiero a que todo suena tan bien, que se echa de menos algo de desmelene en general y algún tema de esos que hacen historia en particular. Con todo y con eso, hay la suficiente calidad encerrada en este "New Amerykah, Pt. Two: Return of the Ankh" como para convertirse, por enésima vez y de sobra, en uno de los trabajos más destacados a finales de año. La culpa de ello la tienen composiciones tan extraordinariamente buenas como el single "Window Seat", "Gone Baby, Don't Be Long" o "Umm Hmm". Ya sabemos que Erykah Badu es especial y peculiar hasta decir basta. Quizá es por esta razón por la que en cada disco nos ofrece algo nuevo y nos cuesta acostumbrarnos a ello. Lo que está claro es que nunca falla y aquí está de nuevo para demostrarlo.