Como reza el propio título del disco: es la hora de John Hicks, y es que la fama de este tremendísimo pianista no va para nada en consonancia con las grandes grabaciones que, tanto como acompañante como como líder, ha ofrecido a lo largo de toda su carrera. Esta que nos ocupa es particularmente emocionante pues escuchar a semejante monstruo enfrentándose a solas con su piano es algo estremecedor. No se trata de un disco innovador ni falta que hace. Lo que es seguro es que lo que toca aquí Hicks es para enmarcarlo entre las mejores conversaciones que un músico ha tenido con un instrumento jamás. Y si no me crees tan sólo escucha el “Naima’s Love Song” que abre el repertorio. Escucharás la música jazz resumida en sólo tres minutos.
Reseña publicada en el número 8 de la revista Soul Nation
Naima's Love Song