Cosa de otros tiempos. Antes de que el inglés se convirtiera en la lengua franca por excelencia, era habitual que los artistas ambiciosos cantaran en otros idiomas para afianzarse en los respectivos mercados. Fue una práctica generalizada: los Beatles grabaron en alemán, Mick Jagger lo hizo en italiano y Petula Clark triunfó en francés. Incluso, la mayor fábrica de éxitos de los años sesenta, la compañía Motown, dedicó muchas energías a esas traducciones. Por Diego A. Manrique.
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