Desde hace unos años asistimos, desgraciadamente, a un preocupante declive de aquel esperanzador movimiento que, a mediados de los noventa, trajo algo de luz a la música negra hecha por aquel entonces y que muchos quedaron en llamar neo-soul. Es una pena que, sólo quince años después, músicos y artistas que comenzaron con buen pie estén torciendo sus carreras en pos de una mediocre comercialidad que les haga permanecer más tiempo en las listas de éxitos, objetivo totalmente legítimo si no trajera consigo esa acuciante falta de ideas de la que, en muchas ocasiones, adolecen de forma desesperante. Uno de los casos más flagrantes y claros de los últimos años es Musiq (Soulchild) que, tras su tercer trabajo, comenzó una caída cuesta abajo y sin frenos que le llevó a publicar, a pesar de su consabida clase, verdaderos atentados contra el buen gusto. Ahora nos trae su última propuesta llamado "Musiqinthemagiq", sexto trabajo de estudio en su haber. En él prosigue con su habitual mezcla entre soul y hip-hop esta vez con un deje ochentero en algún tema pero que sigue sin convencer lo más mínimo. Y es una pena porque vocalmente puede que estemos ante uno de los cantantes con más categoría y estilo que existen actualmente en el mercado, factor este que no vale para nada si no te dejas acompañar de unas producciones frescas que traigan consigo unos arreglos instrumentales mínimamente interesantes y que no se limiten a tirar del mero beat repetitivo, sincopado y electrónico en el que caen el 95% de producciones del ahora denominado arenbí. Otra oportunidad desperdiciada para el de Philly, y van ya unas cuantas, lo cual no quiere decir que, en posteriores entregas, nos depare alguna agradable sorpresa. Potencial tiene, otra cosa es que lo utilice. En fin, que según van llegando a mis oídos cosas como estas, más deseo que vuelva D'angelo para poner las cosas en su sitio.

Reseña publicada originalmente en el número 5 de la revista Acidconga.

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