La que está liando este año Madlib es de órdago. Cada mes tenemos en la calle un nuevo proyecto enmarcado en una serie que el propio músico/productor denomina "Medicine Show". A esto hay que añadir sus consabidos proyectos para Stones Throw con bandas imaginarias como los Last Electro-Acoustic Space Jazz & Percussion Ensemble o los Young Jazz Rebels, algo a la altura de los más grandes y Madlib va camino de serlo, si no lo es ya. En fin, la mencionada serie "Medicine Show" nos trae con cada volumen, además de la ruina económica, la particular visión que está figura imprescindible en la música de hoy tiene sobre el hip-hop, aunque éste sólo suponga una excusa para introducirnos, sin paracaídas, en un sinfín de sonidos de inclasificable tendencia y etiqueta. Digamos que Madlib comprende este género como parte de un todo, no sólo formado por el blues, el soul, el funk, el jazz y demás géneros estadounidenses sino también por músicas igual de negroides como el calipso, el reggae, el dub, la bossa nova, la samba, el highlife, el afrobeat o el folk africano retroalimentándose todos entre sí de tal manera que ninguno se entiende sin el anterior, es decir, todos resultan imprescindibles. Total, y para que me entendáis, una auténtica pasada.

Sumergiéndonos en el tercer volumen de la serie más arriba nombrada, tenemos una entrega dedicada completamente a África. "Medicine Show 3: Beat Conducta In Africa" lo forman 43 cortes cuya duración rara vez llega a los dos minutos, salvo alguna excepción, que Madlib nos presenta unidos, sin silencio entre ellos, matizando el álbum como un conjunto de ritmos y cadencias de diferentes y diversas procedencias dentro del continente negro por excelencia. Así que olvidáos del típico disco con X temas de 4 o 5 minutos de duración cada uno. Cuando uno escucha maravillas como esta, hay que desterrar la idea de que estamos ante un elepé convencional para abrazar el pensamiento de que estamos escuchando una obra que no se pone límites a sí misma. Pero no os creáis que esta idea sólo se plasma en el concepto, también la tenemos en la música. Es increíble lo que este tipo es capaz de hacer tomando beats, no sólo procedentes del hip-hop, sino del afrobeat, de la psicodelia, del highlife nigeriano, de Zambia, de Etiopía, de Ghana para mezclarlos con percusiones, con coros africanos, riffs de bajo espeluznantes, melodías y armonías reinventadas...ahora corto esto por aquí y lo pego aquí. ¡Qué facilidad!. Ayer mientras lo reescuchaba no paraba de repetirme a mi mismo: "Este tío tiene que tener una discoteca impresionante de música africana para hacer semejante bestialidad". Pues eso, 78 minutos de puro éxtasis que, contrariamente a aburrir, te mantienen pegado a los bafles mientras te preguntas: "¿Qué me deparará el siguiente corte?". El próximo volumen, el quinto de la colección, el día 18 de mayo.

  • Digg
  • Sphinn
  • del.icio.us
  • Facebook